POR: Lorena Bermúdez Castañeda
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Investigar la realidad social no es fácil. El investigador forma parte de la realidad social que debe investigar. La oposición sujeto/objeto se difumina. Pues objeto es lo que está fuera del sujeto, literalmente “lo que ha sido arrojado del sujeto”, y aquí el sujeto está dentro del objeto, y ¿Cómo podemos comprender a lo que nos comprende? Pues sujeto es lo que está sujetado o ligado, siendo el objeto aquello de lo que el sujeto está suelto -por eso puede huir del objeto o modificarlo-, y aquí el sujeto está ligado por el objeto, aprisionado en el orden social que debe investigar... (Ibáñez, J., 1985).
Es importante subrayar que ubicamos lo cualitativo en un plano que no es la renuncia a lo numérico o cuantitativo, sino más bien, la reivindicación de lo subjetivo, lo Inter.- subjetivo, lo significativo y lo particular, como prioridades de análisis para la comprensión de la realidad social. (Ver al respecto: Berger y Luckman (1987), Berstein (1983), Geertz (1989), Rosaldo (1991) y Shutz, (1993) entre otros.
La etnografía siempre implica una teoría de la cultura, pues parte del supuesto de la existencia de una variedad de patrones culturales en la realidad social, relevantes para la comprehensión de los procesos sociales.
Acerca de la intencionalidad, es preciso señalar que los enfoques de corte cuantitativo están más por la explicación y la predicción de una realidad social vista desde una perspectiva externa considerada en sus aspectos más universales, mientras que los de orden cualitativo le apuntan más a un esfuerzo por comprender la realidad social como fruto de un proceso histórico de construcción visto a partir de la lógica y el sentir de sus protagonistas, por ende, desde sus aspectos particulares y con una óptica interna. No obstante, existen algunos intentos dentro de las opciones cualitativas por construir teoría y explicaciones por un camino de tipo inductivo, es el caso de la teoría fundada, la investigación acción y algunas formas de etnografía.
Es interesante frente a la delimitación del ámbito de la sociología ahondar en la postura weberiana, particularmente en la tesis según la cual, la sociología es “una ciencia que aspira a la comprensión interpretativa de la acción social para obtener la explicación causal de su curso y efectos”. En la definición planteada por Weber, los antagonismos entre posturas comprensivas y explicativas se diluyen un tanto; más aún, colocan a la pretensión explicativa como dependiente de la tarea interpretativa. O como lo diría más tarde Geertz, desde un horizonte diferente al de Weber, los enfoques comprensivos plantean un tipo de explicación distinto, pero no por ello deja de ser explicación.
Desde la perspectiva
que aquí adoptamos, asumir una óptica de tipo cualitativo comporta, en definitiva, no solo un esfuerzo de comprensión, entendido como la captación, del sentido de lo que el otro o los otros quieren decir a través de sus palabras, sus silencios, sus acciones y sus inmovilidades a través de la interpretación y el diálogo, si no también, la posibilidad de construir generalizaciones, que permitan entender los aspectos comunes a muchas personas y grupos humanos en el proceso de producción y apropiación de la realidad social y cultural en la que desarrollan su existencia.
No obstante esa heterogeneidad manifiesta, se descubren algunas preocupaciones epistemológicas comunes, tales como intentar la construcción de un tipo de conocimiento, que permite captar el punto de vista de quienes producen y viven la realidad social y cultural, y asumir que el acceso al conocimiento de lo específicamente humano se relaciona con un tipo de realidad epistémica cuya existencia transcurre en los planos de lo subjetivo y lo intersubjetivo y no solo de lo objetivo.
Esa concepción realizativa del conocimiento relativo a la sociedad supone dos sentidos, de una parte, la aprehensión de la realidad social objetiva, y de la otra, la producción continua de esa realidad. Frente al primer tipo de realización se plantean dos procesos básicos: la institucionalización y la legitimación. En torno a la segunda clase de realización, se plantean otros dos procesos: el de internalización de la realidad mediante la socialización primaria y la socialización secundaria, y el de mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva.
La manera como el interaccionismo plantea los objetos por investigar, entonces, ya no son la cultura en general o los productos culturales en particular, sino esencialmente los procesos de interacción a través de los cuales se produce la realidad social dotada de significado. Desde esta última perspectiva, la preocupación por la realidad social como un ente con existencia previa a la interacción pierde interés. Es la dinámica de producción de significación por parte de los actores sociales, entonces, el eje de las búsquedas de esta perspectiva conceptual y metodológica.
Esta forma de comprender los etnometodólogos la realidad social conduce a detallar la mirada en los procesos que los miembros de una forma social utilizan para producir y reconocer su mundo, para hacerlo familiar al componerlo (H. Mehan. “Le Constructivisme Social en Psychologie et en Sociologie” En: Sociologies et Sociétés, (1982), Vol. XIV, No. 2, PP. 77-95. Por esta manera de proceder, la Etnometodología se aproxima a las propuestas del análisis institucional y de la pragmática.
La hermenéutica, algo más que una propuesta filosófica.
Esta alternativa de investigación cualitativa, aparece como una opción que no se agota exclusivamente en su dimensión filosófica sino que trasciende a una propuesta metodológica v en la cual la comprensión de la realidad social se asume bajo la metáfora de un texto, el cual es susceptible de ser interpretado mediante el empleo de caminos metodológicos con particularidades muy propias que la hacen distinta a otras alternativas de investigación.
La propuesta metodológica de la etnografía.
Desde la elección
misma del tópico de investigación se define ya un derrotero particular, en el que la etnografía coloca su acento sobre la dimensión cultural de la realidad social que somete a análisis. En esta perspectiva, el encuadre metodológico parte de asumir la necesidad de una inmersión en esa realidad objeto de estudio contando para ello con dos herramientas básicas, la observación participante y las entrevistas. Para detallar la propuesta de trabajo más puntual, seguiremos las exposiciones de Spradley (1972) y Hammersley (1994).
La calidad de la investigación como un aspecto fundamental que las investigadoras e investigadores deben garantizar permanentemente, independiente del paradigma que enarbolen. En el caso de la investigación cualitativa, es enarbolen. En el caso de la investigación cualitativa, es la educativa en particular dependen del contexto, por lo tanto, los resultados de una investigación cualitativa no son ni generalizables ni repetibles.
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